Las empresas jóvenes se adentran en una fase decisiva cuando preparan el lanzamiento al mercado de su primer producto. Después de meses o incluso años desarrollando y mejorando prototipos, estableciendo canales de distribución, asegurando la financiación y tomando medidas de marketing, este lanzamiento les enfrenta al momento de la verdad. ¿Tendrá éxito el producto? ¿Atraerá a los clientes y será rentable o no existe un mercado para el producto? ¿El producto está aún en pañales o no cumple los deseos del cliente? Si el producto falla en el lanzamiento al mercado, casi con toda seguridad supondrá el fin de la startup.
Desde hace algunos años, algunos emprendedores elogian las ventajas del lean startup. El método promete minimizar los imprevistos que acarrea el lanzamiento de un nuevo producto al mercado y, al mismo tiempo, hacer que las empresas jóvenes sean más flexibles, más innovadoras y, en general, más rentables.