En primer lugar, hay que pensar en un sistema de franquicia acorde con la idea de negocio. Para elegir la mejor opción posible, además de realizar un trabajo de investigación y consultar a expertos en el tema, puede ser de ayuda dar respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿Es convincente el concepto de negocio?
- ¿Se ofrecen productos y/o servicios innovadores/de riesgo o probados/actualizados?
- ¿Qué crecimiento tiene?
- ¿Cuál es la situación actual del mercado?
- ¿Hay mucha competencia?
- ¿Cuántos franquiciados hay?
- ¿Cuál es la tasa de fluctuación de los franquiciados?
- ¿Cómo se distribuyen geográficamente?
- ¿Ha recibido publicidad negativa o ha estado envuelta en algún escándalo?
Si te interesa un sistema de franquicia en concreto, ponte en contacto con elfranquiciador para solicitar más material informativo. Contacta también a los franquiciados, ya que, seguramente, podrán aportarte también información de valor, si bien estos pueden estar sujetos al deber de confidencialidad.
Si, finalmente, quieres optar por un sistema de franquicia en concreto, solicítalo. Con un poco de suerte, recibirás una invitación para una entrevista personal o telefónica. Es el momento de conocer los límites del franquiciador en términos empresariales y descubrir, por ejemplo, hasta qué punto interviene en el proceso de formación de la empresa y qué tipo de respaldo ofrece al franquiciado. De todas formas, y según establece el legislador español, el franquiciador o franquiciado maestro ha de aportar al franquiciado determinada información con anterioridad a la firma del contrato.
En España, el portal Fraquiciator ofrece información sobre las franquicias presentes en España, indicando los cánones, el tipo de contrato, la zona de exclusividad, la población mínima requerida, etc. Incluye además un formulario para contactar a la franquicia.