
Las cuentas a pagar integran la contabilidad financiera de la empresa y se ocupa de los proveedores (acreedores), frente a la contabilidad de las cuentas por cobrar, centrada en los clientes (deudores). Se originan en el momento en que la empresa recibe una factura por la compra de bienes o servicios y generan un saldo acreedor que ha de cancelarse en un plazo específico. ¿Cómo se gestionan las...